5 formas de cocinar el marisco

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28/12/2015
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El marisco es uno de los platos estrella en Navidades. Como el turrón, vuelve a los menús de comidas y celebraciones familiares. Los motivos son variados, por un lado son productos excepcionales que no solemos cocinar habitualmente, por otro lado, requieren una elaboración larga para la que entre semana no tenemos tiempo, y por último, en estos meses es la mejor época de algún marisco como los mejillones, las almejas, las ostras, las vieiras y los berberechos.

Una vez hayas ideado el menú, es imprescindible que tengas en cuenta las formas de cocinar el marisco. Para cada producto y receta hay una elaboración que le va mejor. Incluso algunos tienes ni que cocinarlos porque se comen en crudo con unas gotitas de limón.

  • Marisco a la plancha

El mejor marisco para hacer a la plancha son las gambas, las cigalas, los bogavantes, la langosta, los carabineros y las navajas. También los berberechos al punto de sal, y los langostinos. El aliño lo dejamos a tu gusto, pero recuerda que la sal es siempre mejor dejarla para el final y el perejil acompañarlo con unas gotitas de aceite para darle más sabor.

Marisco a la plancha

  • Marisco al vapor

El vapor es uno de los métodos de cocina más sanos ya que conserva todo el sabor del producto. En el caso del marisco, se cocinan al vapor los moluscos como los mejillones, berberechos y almejas. Sólo tienes que añadirlos en una cazuela a fuego alto y ponerle una tapa. Se cocinan en su propia agua, que es la que provoca que se abran las conchas. Así, queda un cierto gusto a mar que potencia el sabor del marisco. Del mar a la mesa. ¿Quieres darle tu toque personal? Añade en la cazuela una hoja de laurel y unas rodajas de limón para aromatizar el plato.

Marisco al vapor

 

  • Marisco frito

Los calamares, la sepia, los chipirones, el choco y las gambas son el mejor marisco para hacerlo frito. Terminarás chupándote los dedos. A la hora de cocinarlos puedes rebozarlos en harina, especialmente los de la familia de los cefalópodos como el calamar y el chipirón, el resto saltéalos en una sartén a fuego alto y con mucha sal para que la corteza quede crujiente.

Si quieres, puedes rebozarlos. Te aconsejamos que pruebes harinas de distintos tipos o que incluso los reboces con avena. Es depurativa, facilita la digestión y ayuda a controlar los niveles de colesterol.

Los calamares son el mejor marisco frito

  • Marisco cocido

En aquellos mariscos que no admiten la cocción al vapor, tienes la opción de cocerlos si te decantas por una cocina sana. Sólo tienes que hervirlos en agua con sal y esperar a que estén cocidos. Lo estarán cuando las gambas, los langostinos, los camarones, las nécoras, la langosta y el bogavante floten. No te olvides de este truco que hemos aprendido de nuestras abuelas. Es importante cocerlos en su punto para que no queden ni crudos, ni muy hechos.

Marisco cocido

  • Marisco guisado

Muchas recetas de pescado en salsa están acompañadas de marisco, lo mismo ocurre en la pallea o en la fideuá. En este caso, solo tienes que añadir los mejillones, las almejas o los berberechos en la cazuela para que con el calor, la concha se abra y se cueza la carne. Si añades sepia o calamar, recuerda añadirlo ya en el sofrito para que quede una carne tierna.

Marisco guisado

 

Como te hemos contado, hay marisco que se puede comer crudo acompañado de unas gotas de limón para potenciar el sabor. El marisco que no tienes que cocinar son los berberechos, las ostras y los erizos de mar.

El marisco es muy delicado, ya lo sabes, y por eso es fundamental una buena conservación en frío para que el producto no se estropee. Mantenlo en el frigorífico hasta el momento de cocinarlo.

¿Vas a preparar una receta con marisco esta Navidad? Cuéntanos qué tienes pensado para el menú en los comentarios y comparte una foto del resultado final en #cocinaconBosch.

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