El secreto de unas buenas patatas fritas

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27/04/2020
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Son una guarnición ideal para muchos platos, o un placer del que disfrutar entre horas. Las tenemos tan al alcance de nuestra mano que quizá no les damos la importancia que merecen, pero la verdad es que siempre es buen momento para unas patatas fritas bien hechas. Eso sí, siempre con moderación y evitando las “de bolsa” o las congeladas, que tienen menos propiedades beneficiosas.

¿Qué aún no sabes cómo preparar en casa unas patatas fritas perfectas? Ya sabes, crujientes y doradas por fuera y tiernas y sabrosas por dentro. No te preocupes, porque vamos a darte algunos consejos para que te conviertas en un especialista.

La fritura perfecta empieza en los ingredientes

El primer paso para conseguir unas patatas fritas perfectas es la elección del producto. Escoge unas patatas que sean lo más nuevas posibles para que no se despedacen cuando estén cocinadas. Una vez seleccionadas, toca escoger el corte, ¿prefieres los clásicos palitos?, ¿mejor en cuadraditos?, tú decides, pero ten en cuenta que las más finas y pequeñas requerirán menos tiempo en aceite.

Una vez cortadas, ponlas en agua unos minutos para que pierdan su almidón, así las digerirás mejor y no se pegarán las unas a las otras cuando las frías.

Cómo cocinar las patatas fritas perfectas

Ha llegado el momento de coger la sartén, empezar a freír y conocer uno de los trucos más importantes para preparar este delicioso plato.

¿Te ha pasado alguna vez que las patatas quedan perfectas por dentro pero blandas por fuera o, al revés, crujientes por fuera y algo crudas por dentro? Eso es porque las fríes siempre a la misma temperatura y cada parte necesita una distinta.

Lo ideal es utilizar primero el aceite templado, a unos 150ºC, y después sacarlas de la sartén, calentarla a un mínimo de 180ºC y volver a sumergirlas en aceite. De esta forma, la patata estará crujiente por fuera y perfectamente hecha por dentro.

Esta doble cocción es la manera más tradicional, aunque, reconozcámoslo, laboriosa de freírlas. Afortunadamente, la tecnología nos da soluciones más sencillas para hacer unas buenas patatas fritas. Un ejemplo: la

Como ya has visto, el secreto está en la temperatura, por eso, es importante que puedas controlarla de una manera rápida y sencilla. Y eso es justo lo que te permiten nuestras placas de inducción con PerfecFry.

Solo tienes que elegir uno de los cinco niveles (el ideal para las patatas fritas es el 5) y la sartén se calentará a la temperatura perfecta para el cocinado. La placa se encargará de controlarla para que permanezca estable y siempre sea la adecuada y, también, te avisará cuando sea el momento de introducir los alimentos en la sartén. Se acabaron los platos crudos o demasiado cocinados.

Además, con PerfectFry también puedes olvidarte de la bajada de temperatura que se produce cuando introduces las patatas en el aceite caliente, porque la placa se autorregulará para mantenerla constante. ¡Con esta ayuda en tu hogar vas a cocinar como un auténtico MasterChef! Y si vas a freir en una olla el sensor de cocción, PerfectCook, te ayudará a utilizar siempre la temperatura adecuada.

El toque final

Con tus patatas perfectamente fritas, llega el momento de darles el punto de sal. Lo mejor es hacerlo justo después de sacarlas de la sartén, mientras están muy calientes, para que la sal se disuelva sobre ellas y el sabor se distribuya de forma regular.

Si sigues todos estos consejos, tus patatas fritas despertarán pasiones entre todos los que las prueben. Pero no solo ellas, porque PerfectFry incluye configuraciones para reducir salsas, rehogar verduras, preparar pescado

Y, para que tu cocina esté perfectamente equipada, si compras una placa de inducción Serie 8 con esta tecnología, te regalamos un set de 3 sartenes.

¿Qué te ha parecido nuestra receta para las patatas fritas perfectas? Te invitamos a que la pongas en práctica y nos cuentes los resultados en los comentarios.

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