La secadora es uno de los inventos que más nos facilita la vida. Es tan cómoda, que a veces olvidamos que requiere un pequeño, aunque fundamental, gesto de mantenimiento: limpiar el condensador. Parece una tontería pero, si no lo hacemos, una secadora de clase energética A, a los 5 ciclos se convierte en B y su eficiencia sigue bajando progresivamente hasta llegar a la D en tan solo 20 ciclos.
En Bosch sabemos que, por desconocimiento o pereza esto nos puede suceder a todos. Por eso empezamos a buscar una manera de solucionarlo.
Nuestras secadoras con bomba de calor, que emplean temperaturas inferiores a las de condensación, vienen provistas de un condensador autolimpiante, que te libera de esta tediosa tarea. No es necesario limpiarlo manualmente de manera que se mantiene constante la eficiencia energética durante todo el ciclo de vida. Esto hace que tu secadora de clase A+++ siga siéndolo durante toda su vida útil.
Y, ¿sabes lo mejor? Funciona aprovechando la humedad que extrae de la ropa: la acumula en un depósito en forma de agua, que libera de 2 a 4 veces por ciclo para retirar las pelusas. ¿Quieres ver cómo? Te dejamos este vídeo, que lo explica de manera sencilla:
Además, después de cada secado se deben limpiar los filtros para pelusas porque éstas y los pelos de la colada quedan atrapados durante el ciclo. Si un filtro para pelusas está atascado o no está completamente limpio, la corriente de aire se verá afectada y el aparato no podrá funcionar a la máxima potencia.
Cuando haya finalizado el programa de secado, también se debe vaciar el recipiente de agua condensada, pues el siguiente programa de secado podría verse interrumpido en caso de que estuviese lleno. Igualmente, el filtro en el recipiente de agua condensada se debe limpiar regularmente con agua corriente o bien en el lavavajillas.
¡Tu secadora ya está preparada para acompañarte durante muchos años!
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