Qué cómodo es eso de terminar de comer y meter los platos en el lavavajillas lavavajillas, ¿verdad? Colocamos la pastilla de detergente, presionamos un botón y, entonces, sucede el milagro: nuestra vajilla sale limpia, seca y brillante.
Aunque, a veces, podemos encontrar que los resultados no son los que deberÃan. ¿SabÃas que en muchas ocasiones podemos solucionarlo nosotros mismos? Simplemente es cuestión de llevar un mantenimiento correcto.
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AverÃa lavavajilas Bosch
De entrada, nos podemos evitar algún que otro inconveniente ajustando al lavavajillas según sus necesidades. Es decir, dado que la dureza del agua y su contenido de cal son distintas en cada ciudad, es aconsejable instalar el lavavajillas teniendo en cuenta esto. En el caso de los lavavajillas Bosch, el programa Automático ajusta la cantidad de agua necesaria y la temperatura de lavado de forma automática, en función de la carga. Asà gastarás sólo lo necesario.
Como te decÃamos, hay varias incidencias que pueden depender de nosotros. ¡Toma nota!
- ¿Vajilla sucia? Se trata de un problema muy común y, por suerte, muy fácil de solucionar. A veces no tiene nada que ver con tu lavavajillas, sino con la manera en que hemos colocado un plato o un recipiente. No te preocupes, en Bosch te enseñamos a poner el lavavajillas correctamente.
Limpiar el filtro del lavavajillas
También es muy posible que en el filtro se haya quedado algún resto de comida. Sólo tendrÃas que quitarlo y limpiar cada pieza con la ayuda de un cepillo. Recuerda que el mantenimiento del lavavajillas es muy importante para mantener su vida útil. Desde Bosch, te aconsejamos leer el manual de instrucciones para obtener consejos útiles.
- Otras veces, el problema está en los brazos, que se han obturado, algo que puede suceder por una acumulación de cal o impurezas. Sácalos haciendo presión hacia abajo o, según el modelo, soltando una tuerca grande que la sujeta. Consulta cómo hacerlo paso a paso en el manual de instrucciones.
- Restos de cal. Si alguna vez te has encontrado cal y marcas de agua, puede haber dos motivos: el cristal no es de la mejor calidad o falta abrillantador. Para averiguar si se trata de lo segundo, basta con que lavemos a mano un vaso. Si de ese modo queda limpio, no queda duda: tenemos que poner abrillantador para conseguir un secado óptimo.
Y como medida preventiva, ¡utiliza productos especÃficos de limpieza y mantenimiento! Además, muchos de nuestros modelos ya incluyen el programa Machine Care, para que el mejor mantenimiento sólo esté a un botón de distancia. Asà te asegurarás una vida útil del aparato más larga y una vajilla en la que podrás mirarte como un espejo.