Fue una de las grandes revoluciones de la cocina en casa. La llegada de las placas de gas, vitrocerámicas y de inducción ha convertido la preparación de platos en una tarea más cómoda y ágil.
Además, son mucho más fáciles de limpiar que los tradicionales fogones, algo muy importante si quieres que tu cocina funcione como el primer dÃa durante toda su vida útil. AsÃ, la placa estará libre de arañazos o restos de comida que impiden que el calor se distribuya de forma uniforme y eficiente.
Déjanos darte algunos consejos sobre la limpieza de tu placa.
Índice del artículo
Cómo limpiar la placa de inducción
Una de las grandes ventajas de la inducción es que el cristal no alcanza temperaturas tan altas como en las vitrocerámicas, y además solo se calienta la base de la olla o sartén. Por eso la comida que se caiga del recipiente no va a quedarse pegada.
Eso hace que sea más fácil de limpiar, y también segura, ya que es más difÃcil que transmita el calor al trapo o a tu mano. Además, no tendrás que esperar tanto tras utilizarla, ya que la superficie caliente es menor, consiguiendo que el calor residual disminuya rápidamente.
Una vez más, te aconsejamos que limpies tu placa tras utilizarla, asà se mantendrá en condiciones óptimas durante más tiempo. El sistema es parecido al de la vitrocerámica: moja una bayeta en agua y jabón, limpia la superficie, aclara y seca.
En Bosch queremos ayudarte a mantener tu cocina limpia, por eso también te ofrecemos un producto especÃfico para placas de inducción. Déjalo actuar y retÃralo con un paño, dejará una pelÃcula protectora que deja tu placa limpia y brillante durante más tiempo.
Por cierto, no te preocupes por activar la placa por accidente durante la limpieza porque, gracias a la función Limpieza, quedará bloqueada para que puedas manipularla sin riesgos.
Cómo se limpia la placa vitrocerámica
Al derramarse o saltar de la sartén o el cazo, los alimentos a altas temperaturas pueden dejar manchas sobre tu placa vitrocerámica, por eso es importante limpiarla tras cada uso. Lo mejor es hacerlo justo tras utilizarla, esperando, eso sÃ, a que baje la temperatura para evitar accidentes o que se estropeen los productos de limpieza como trapos o bayetas. Para asegurarte de que está frÃa, espera a que desaparezca el indicador de calor residual.
Utiliza una bayeta o esponja suave impregnada en agua y jabón, después aclara y seca con un un paño. Asegúrate de que queda bien seca para evitar manchas de cal.
En caso de que haya suciedad adherida a la superficie o algún alimento se haya quemado sobre ella, tendrás que utilizar una rasqueta. Hazlo con cuidado para no rayar la placa, en un ángulo de 30 grados. En este vÃdeo puedes ver cómo:
A continuación, utiliza y deja actuar un producto especÃfico como este, que asegura resultados perfectos.
Evita usar productos abrasivos, como un spray para hornos, o estropajos y esponjas ásperas que pueden rayar la superficie.
Cómo se limpia la placa de gas
Si eres de los que prefiere un toque tradicional en tu cocina, aunque sin renunciar a la última tecnologÃa, nuestras placas de gas () te van a encantar.
Sus parrillas individuales están colocadas sobre una superficie de cristal vitrocerámico, cristal templado o acero inoxidable, y son fácilmente desmontables para que puedas limpiarlas fácilmente.
Puedes utilizar una esponja suave mojada en agua y jabón para quitar la suciedad de los quemadores y las parrillas. Como en el resto de placas, evita usar esponjas o estropajos metálicos o cualquier producto abrasivo. Si tus quemadores son de hierro fundido, podrás incluso lavarlos en el lavavajillas.
Cuando hayas terminado, recuerda secar bien los quemadores y las parrillas para que la humedad no deteriore el esmalte.
Y, si quieres asegurarte de eliminar todos los residuos, utiliza este producto que, además, dejará un agradable olor en la cocina.
Con estos consejos tu placa estará limpia después de cada uso y durará mucho más tiempo como el primer dÃa. #CuentaconBosch para ayudarte a cuidar tu hogar.