4 pasos fáciles para reducir el polvo en casa

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04/05/2017
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“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” es un buen lema para casi todo en la vida. Organizarse y hacer las cosas con tiempo y cariño es la fórmula para obtener buenos resultados. Esto también sirve para el mantenimiento del hogar, pues el entorno que nos rodea es capaz de afectar nuestra rutina y estado de ánimo. Un ambiente ordenado y sin polvo hará que estemos más a gusto y felices.

Quizás en tu rutina sólo hay hueco para aspirar la casa una vez a la semana, o puede que consigas sacar pequeños ratos libres cada día. Nosotros te recomendamos que, siempre que puedas, dediques un mantenimiento regular.

Pero antes de coger la aspiradora deberías de seguir estos pasos para que la tarea resulte lo más efectiva posible.

Aspirar tu casa

1. Ventila sin manchar

Probablemente, tu costumbre para airear la casa es la de abrir todas las ventanas y puertas de par en par. Aunque es la manera de generar corriente también supone un movimiento continuo de ácaros y polvo.

Si no quieres encontrar polvo al doblar cada esquina, ventila por zonas. Te aconsejamos ventilar cada habitación durante 10 minutos antes de limpiarla. Ese tiempo es suficiente para que el aire se renueve.

2. Limpia los muebles

Antes de ponerte a aspirar deberías dejar a punto los muebles. ¡Sería desesperante que, por no haberlo hecho, el suelo volviera a acumular el polvo que desprenden!

En el caso de mesas, sillas, estanterías y otros muebles de madera u otra superficie rígida, puedes pasar un paño húmedo. A continuación, pasa uno seco y pulveriza spray para muebles si quieres conseguir brillo. Si te trata de camas, sofás u otros muebles hechos a partir de algún tejido, puedes limpiar las costuras y otros rincones sin problemas gracias a los accesorios para juntas y tapicería como los de nuestro aspirador vertical Athlet.

Aspirador Bosch

3. Sacude los cojines, mantas, etc.

Aunque no lo vemos, mucho polvo se deposita sobre nuestra cama y nuestro sofá y puede acabar viajando de un sitio a otro a través de nuestra propia ropa. Por eso es importante lavar a menudo la ropa de cama: las sábanas y funda de almohada una vez a la semana, y el resto, cada 3-4 semanas.

Del mismo modo, allá donde te sientas acaba siendo un foco de polvo. Recuerda sacudir los cojines y manteles una vez al mes. Sal a la terraza o al patio y sírvete de una escoba o algo similar para golpearlos y eliminar la mayor cantidad de polvo posible.

4. Suelos sin rastro polvo

Una vez que has limpiado la parte superior de las habitaciones, es el momento de los suelos. Recuerda prestar especial atención a las zonas de mayor paso, y a las esquinas y puertas. Te recomendamos aspirar al menos una vez a la semana, aunque si tienes mascotas o suelo de moqueta, deberías hacerlo de forma más habitual. De hecho, en Bosch contamos con un modelo especialmente diseñado para acabar con el pelo de los animales, que suele resistirse y adherirse en sofás, etc.

Bosch Athlet

Además, debes tener en cuenta que al entrar en casa traes contigo cantidad de polvo, ácaros y bacterias. Recuerda limpiarte los zapatos antes de entrar, y si es posible, déjalos en la entrada para no tener que pasear con ellos dentro de casa. Sacude el felpudo una vez a la semana, y aspíralo cada dos. Si sigues todos estos pasos, ¡notarás la diferencia!

 

 

 

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