Cocinas en forma de L, ideales para maximizar tu espacio
Las cocinas en L son un diseño tan versátil como popular. Su configuración se caracteriza por tener dos paredes perpendiculares entre sí, formando una «L». Y, al igual que la letra, un lado suele ser más largo que otro. Esta distribución es especialmente útil en cocinas pequeñas o estrechas, debido a su capacidad para maximizar el espacio.
Si quieres transformar tu cocina aprovechando el espacio y potenciando su diseño, sigue leyendo, porque vamos a darte consejos de cómo utilizar esta disposición en tu hogar.
Cómo distribuir una cocina en forma de L
Ya tengas una cocina pequeña y cerrada, o una abierta y de gran tamaño, la distribución en forma de L es una elección práctica y estética. ¿Conoces la razón?
Las cocinas en forma de L permiten incorporar la regla del triángulo de trabajo de la cocina fácilmente. Esto asegura que las tres funciones esenciales de almacenaje, preparación, y cocción estén a fácil alcance entre sí.

Las cocinas pequeñas en L son una solución muy funcional a la falta de metros cuadrados. Aprovechan eficazmente las esquinas y paredes, maximizando el espacio útil. Ya que, con dos paredes disponibles, hay más libertad para instalar unidades de almacenaje. También pueden adaptarse a arquitecturas complicadas, como las esquinas difíciles, integrándose de manera efectiva en cualquier cocina. Consejo: puedes optimizar las esquinas instalando bandejas extraíbles o giratorias.
En cuanto a la distribución de los electrodomésticos, el horno debería estar situado debajo de la placa de cocción, o a la altura de los ojos hacia uno de los extremos. También te recomendamos colocar el frigorífico y la despensa al final de uno de los dos lineales. Y el lavavajillas siempre debe estar ubicado cerca del fregadero.
Si quieres aprovechar aún más el espacio, opta por electrodomésticos compactos o integrables, que queden perfectamente encajados en el diseño de tu cocina. Por ejemplo, puedes optar por una placa de inducción con extractor integrado para liberar el espacio en el que iría la campana extractora, y emplearlo en almacenaje. También puedes decidirte por una placa de inducción de 60 cm o incluso una inducción de 30 cm para aprovechar al máximo la superficie de trabajo.
Además, puedes escoger un horno compacto o un lavavajillas de 45 cm en vez de los modelos de tamaño estándar.

Cocinas grandes en L
En espacios amplios y abiertos, las cocinas en L modernas separan visualmente el espacio de la cocina.
Para mantener un diseño coherente con el resto de la casa, te recomendamos cuidar la estética de la cocina. ¿Cómo? Con electrodomésticos integrables. Aunque se instalen ocultos con el resto de los muebles, pueden ser de gran tamaño. Es el caso de los frigoríficos XXL integrables. Aportan mayor capacidad sin llamar la atención, permitiendo que el diseño de tu cocina sea el verdadero protagonista.
Si dispones del espacio, también puedes incorporar una isla en tu cocina. Este elemento puede servir como punto focal, creando una zona de comedor informal. En ella puedes colocar, desde almacenamiento adicional hasta un segundo fregadero, más superficie de preparación o incluso de cocción. También puedes añadir una vinoteca para un mantenimiento profesional de tus bebidas.
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Maximizar el espacio en cocinas en forma de L
Una planificación de cocina adecuada, con la integración de los electrodomésticos, puede ayudarte a maximizar el espacio en las cocinas en L. Con los electrodomésticos ocultos, conseguirás que no dominen visualmente el espacio.
Esto crea una sensación de amplitud, lo cual es especialmente beneficioso en cocinas pequeñas.
Ya te hemos explicado que existen frigoríficos integrables, así como placas con extractor integrado (un verdadero dos en uno). También puedes tener un lavavajillas integrable, o una lavadora integrable, entre otros electrodomésticos.

En definitiva, tanto en cocinas en L amplias como pequeñas, es importante cuidar el diseño y la distribución de los muebles, zonas del triángulo de trabajo y electrodomésticos. Por lo tanto, es fundamental planificar cuidadosamente cada detalle, asegurándose de que cada elemento esté en su lugar adecuado. Esto no solo mejora la funcionalidad, sino que también contribuye a una estética armoniosa y organizada. Un diseño bien pensado puede transformar una cocina en L en un espacio eficiente y agradable para trabajar y disfrutar.
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