Secadora de condensación o con bomba de calor. ¿Qué te encaja más?

Cada vez que llega el frío piensas lo bien que te vendría tener una secadora, ¿verdad? Tender la ropa en los meses de otoño e invierno resulta muy incómodo porque las prendas tardan mucho en secarse y a veces incluso acaban cogiendo olores desagradables por culpa de la humedad acumulada. Así que, si por fin te has decidido y no sabes qué secadora comprar, te contamos más sobre los modelos que existen y sus características.

¿Qué tipos de secadoras hay?

Seguramente no tienes claro si decantarte por una secadora de condensación o con bomba de calor. A continuación te contamos más sobre estos modelos de secadoras:

Secadoras con bomba de calor

• Secadoras con bomba de calor : es la tecnología más novedosa. Este tipo de secadoras son más eficientes, pues convierten la humedad en calor y lo reutilizan, optimizando la energía. Es decir, el aire que circula dentro de la secadora pasa por un calentador. A continuación, ese aire caliente pasa al tambor, provocando que la humedad se evapore y, por tanto, que la ropa se seque. Después, el aire caliente que ha absorbido la humedad viaja hasta el condensador, donde se enfría al traspasar su calor al líquido refrigerante. El aire frío resultante pasa de nuevo al calentador, donde se calienta, y el proceso vuelve a empezar.

Otra de sus características es que emplean temperaturas inferiores, lo que garantiza un mejor cuidado de las prendas y un menor consumo, y también permite introducir incluso tejidos delicados. Para ello, nuestras secadoras con bomba de calor incluyen un cesto, ideal para secar prendas de lana, zapatillas o peluches sin que se enganchen en el tambor.

Secadoras de condensación

• Secadoras de condensación: estas cogen el aire de fuera y lo calientan con una resistencia eléctrica. Es decir, que cada vez que cogen aire tienen que calentarlo, por eso son menos eficientes que una secadora con bomba de calor. En cuanto al resto del proceso, el aire calentado mediante resistencia eléctrica seca la ropa del tambor. A la vez, la secadora coge aire frío y seco del exterior a través de un conducto de la parte delantera de la secadora. Cuando este se cruza con el aire caliente y húmedo procedente del tambor, donde ha secado la ropa, el aire caliente se enfría, haciendo que la humedad que transportaba se condense y se convierta en agua. Finalmente, el agua se elimina a través de un desagüe.

Secadoras de evacuación

Además, hay un tercer tipo: las secadoras de evacuación. Este es el sistema más antiguo y en Bosch solo contamos con un modelo.

Secadora de condensación o secadora con bomba de calor

La principal diferencia entre la secadora de condensación y con bomba de calor que puedes observar es que la ropa no sale tan caliente de la segunda. Además, puedes percibir cierta sensación de humedad debido a que se ha secado a temperaturas más bajas. Pero, tranquilo, está completamente seca.

Además, las secadoras con bomba de calor llevan un condensador autolimpiante, lo que te ahorra que tengas que hacerlo tú mismo (como en las secadoras de condensación) y favorece que se mantenga la eficiencia energética al no acumular suciedad.

Lo que ambos modelos tienen en común es que cuentan con unos sensores de secado que miden la humedad de las prendas y, en función del ajuste/nivel de secado seleccionado, el programa termina cuando las prendas están secas. Así evitamos que la ropa se vea sometida a temperatura más tiempo de manera innecesaria.

Así que, desde Bosch te animamos a que elijas una secadora con bomba de calor. ¡Cuéntanos tu experiencia!