Los 3 imprescindibles en el lavavajillas: detergente, abrillantador y sal
El lavavajillas se ha convertido en el mejor aliado del día a día y podríamos decir que, junto con la lavadora, es uno de los electrodomésticos esenciales del hogar. Conseguir una limpieza perfecta es tarea fácil siempre y cuando utilices el programa adecuado y los productos para lavavajillas imprescindibles: detergente, sal y abrillantador. ¿Sabes si los estás utilizando bien y cuál es la función de cada uno de ellos? Te lo contamos.
La importancia de elegir un buen detergente para el lavavajillas
Los hay en formato gel, polvo, pastillas o cápsulas todo en uno. Lo cierto es que no hay una fórmula mágica de detergente para el lavavajillas; no obstante, es importante que utilices un producto específico y de buena calidad para cada función del proceso de lavado.
Los lavavajillas Bosch tienen un depósito específico para cada uno de estos productos y nuestra recomendación es que los utilices el detergente de lavavajillas, el abrillantador y la sal por separado y así obtener una limpieza impecable y un buen mantenimiento de tu lavavajillas. Además, gracias a la zona Extra Clean de la cesta superior de los lavavajillas Bosch, conseguirás una mayor limpieza de determinado menaje con mucha suciedad adherida, gracias a las salidas extras de agua que aportan un mayor poder de limpieza.
Puedes ver su funcionamiento en este vídeo tutorial:
El abrillantador y un secado extra con PerfectDry
Utiliza el depósito de abrillantador de tu lavavajillas para conseguir una vajilla brillante y optimizar el proceso de secado. Este producto facilita la etapa de secado evitando que queden marcas de gotas de agua en la cristalería. Además, los lavavajillas Bosch te avisan cuando necesitan reponer la cantidad de abrillantador, a través de un piloto luminoso en el cuadro de mandos o mostrando un mensaje en la pantalla frontal.
Y, por si fuera poco, gracias a la tecnología PerfectDry conseguirás un lavado y secado perfecto en cada ciclo de tu lavavajillas Bosch. Su funcionamiento utiliza zeolitas, mineral natural, para absorber la humedad y aumentar la calidad del secado. Un plus añadido junto con el abrillantador.
La dureza del agua y la sal para lavavajillas
Un error muy común en la utilización de los lavavajillas es obviar el uso de sal que ayuda a conseguir una limpieza óptima del menaje de tu hogar. Este producto imprescindible del lavavajillas sirve para ablandar la dureza del agua, es decir, contrarrestar la cal que contiene.
La dureza del agua afecta al funcionamiento del lavavajillas, así como a determinados componentes del mismo, cuanto más dura sea el agua, más jabón necesita para un correcto lavado y que la cristalería no se estropee y quede blanca por exceso de cal. Por ello, todos los lavavajillas Bosch incorporan un descalcificador que permite usar un agua óptima en cada ciclo de lavado. La sal permite la regeneración automática de las resinas del descalcificador y que el lavavajillas trabaje siempre con un grado de dureza del agua óptimo.
Si el lavavajillas es nuevo, deberás rellenar el depósito de agua en su primer ciclo de lavado y, posteriormente, añadir la sal hasta que esté lleno. Utiliza un embudo que te ayude a rellenar el depósito de sal.
Como has visto, el uso de detergente, abrillantador y sal son imprescindibles para unos resultados de limpieza excelentes y que el proceso de lavado sea óptimo. Además de estos productos, te recomendamos el limpiador para un correcto mantenimiento de tu lavavajillas Bosch que deberás utilizar cada cuatro o seis meses.
