Cómo hacer mantequilla casera
La mantequilla es uno de esos alimentos que no puede faltar en casa. Aunque en los últimos años ha quedado a la sombra de la margarina, si la mantequilla es de calidad y se toma con moderación, aporta nutrientes esenciales al cuerpo. Para ello, nada como hacer mantequilla en casa para asegurarte de la procedencia de los ingredientes e incluso darle tu toque personal con algunas especias o hierbas. ¿Preparado para saborear la mantequilla natural de #cocinaconBosch? La receta es muy sencilla, ¡prometido!
Qué necesitas para la elaboración de mantequilla casera.
¿Con qué se hace la mantequilla? Antes de nada, necesitas un robot de cocina o una batidora de repostería. Su perfección a la hora de batir te garantiza resultados perfectos en pocos minutos. En cuanto a los ingredientes, el principal es una buena nata con un alto contenido en materia grasa, un 33% o 35% como mínimo. Esa en cuya etiqueta ponga “para montar”.
Algo clave a la hora de hacer mantequilla es que no esté fría la nata, así que recuerda sacarla del frigorífico una media hora antes de empezar la receta. A continuación te contamos la receta paso a paso:
- Añade la nata en el bol del robot de cocina o en el vaso de la batidora, y bate a alta velocidad.
- Tras unos minutos, la nata se montará, pero deberás seguir batiendo hasta que empiecen a aparecer trocitos sólidos.
- En ese momento, el suero se separará de la crema. Extrae ese líquido (llamado ‘buttermilk’) y, si quieres, resérvalo para hacer un bizcocho.
- Amasa la mantequilla y haz una bola. Después, métela en un bol con agua fría y hielos, para que no se derrita, y lávala para eliminar los restos de suero que hayan quedado. Escurre la mantequilla y ve cambiando el agua hasta que salga más limpia.
- Una vez hayas retirado toda el agua, envuelve la mantequilla en papel absorbente. A continuación, agrega una pizca de sal y especias o hierbas al gusto.
- ¡Tu mantequilla casera está lista!
Mantequillas de sabores
Lo mejor de hacer una mantequilla casera es poder darle ese toque de sabor personal. Imagina tener en casa una mantequilla sabor a ajo y perejil, o de hierbas como albahaca, cebollino o tomillo; incluso una especiada con paprica o chile.
Para conservarla, te recomendamos colocarla en un recipiente hermético y guardarla en la nevera para que se conserve bien. Puede llegar a durar hasta un mes, ¡aunque seguro que en casa os la acabáis antes!
Será una delicia para untar tus tostadas cada mañana.