Una forma diferente de comer fruta: frutas deshidratadas

Las frutas deshidratadas son uno de los snacks más sanos y sabrosos que puedes tomar y se mantienen perfectas hasta un año en tu despensa, ya que conservarlas mediante el proceso de deshidratación hace que se conserven mejor sus propiedades. De todos modos, hay muchas más formas de tomarlas, ya que son muy versátiles y combinan muy bien con casi cualquier plato.

La conservación de los alimentos por secado es uno de los métodos más antiguos que existen, además de ser el más sencillo y natural, al consistir únicamente en quitar el agua a los alimentos.

Qué frutas se pueden deshidratar?

En realidad, todas las que quieras. Las más frecuentes son el plátano, la manzana, el albaricoque (los famosos orejones), el higo… Pero tú puedes elegir la que más te guste para incluirla en tu dieta: fresas, sandía, pera, papaya, kiwi, piña…

¿Cuáles son sus propiedades?

Las frutas deshidratadas o desecadas tienen un alto contenido en fibra, hierro, calcio, potasio, magnesio y zinc, aunque sus propiedades dependen del tipo de fruta, claro está. Son muy beneficiosas porque te permiten ingerir un montón de nutrientes sin darte cuenta, tomando sólo un puñado.

Las frutas deshidratadas de color oscuro, como uvas, arándanos, cerezas o ciruelas, son muy ricas en antioxidantes como los polifenoles y las vitaminas A y E. En concreto, los orejones de albaricoque son con diferencia la fruta que más antioxidantes contiene, por lo que es muy adecuado para prevenir enfermedades cardiovasculares.

Este snack saludable es perfecto para mantener el hambre a raya entre horas, ya que su contenido en fibra hace a las frutas desecadas muy saciantes. Sin embargo hay que tener en cuenta que, al haber perdido toda el agua, concentran en el mismo peso el doble de calorías y azúcar que la fruta fresca. Por eso, lo ideal es tomar una ración diaria de no más de 50 gramos. Este alimento también es muy adecuado para tomar después de hacer ejercicio intenso o deportes de resistencia, gracias a su aporte energético.

¿Puedo hacerlas en casa?

Es posible deshidratar frutas en casa si tienes un horno capaz de trabajar a temperaturas muy bajas, de entre 50 y 70ºC. Hacerlas tú mismo es muy beneficioso, ya que te aseguras de que el proceso es totalmente natural. Puedes comprar frutas deshidratadas, pero estas llevan conservantes y es posible que se les haya añadido azúcar.

Este horno, por ejemplo, incluye la función Deshidratar, que te permite desecar frutas en tu propia casa con las mejores condiciones. Una vez secas lo mejor es introducirlas en frascos de cristal bien cerrados y guardarlas en un lugar oscuro, fresco y seco. De este modo se mantendrán perfectas durante meses.

Y lo más importante, ¿cómo puedes consumirlas?

La forma más sencilla es tomarlas como tentempié o postre, aunque también puedes añadirlas a los guisos de carne, las salsas, la pasta, las verduras, las ensaladas, los bizcochos… Aportarán a cualquier plato un toque muy dulce y sabroso. También puedes usarlas como sustituto de otros alimentos más calóricos, por ejemplo, añadiendo a las cookies trocitos de frutas deshidratadas en lugar de chocolate.

Y tú, ¿cómo prefieres la fruta? Envíanos una foto de tus mejores recetas con frutas, nos encantará ver tus platos en #cocinaconBosch.