3 cosas que deberías conocer del depósito de vapor de nuestros hornos

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06/03/2020
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Tener un horno de vapor en casa es una auténtica delicia, sobre todo, para los que aman cocinar con este electrodoméstico. El vapor está muy lejos de ser una nueva técnica: se usa desde hace siglos en la cocina oriental, auténticos maestros de ella; pero lo que sí es una verdadera novedad es la forma que tienen los hornos de generar este vapor, su capacidad y, por supuesto, la precisión que obtienes con un modelo de Bosch. La lista de beneficios (que te vamos a contar ahora mismo a modo de recordatorio) es interesante. Así como conocer las diferencias entre un horno de vapor 100% y uno con aporte de vapor, que es realmente lo que hemos venido a hablarte en este artículo. ¿Te animas a seguir leyendo?

Todo lo que debes saber del vapor

Gracias al vapor es mucho más fácil llevar una vida más saludable. Los sabores se potencian, los colores son mucho más vivos (porque también comemos con los ojos) y puedes cocinar con mucha menos grasa. Es perfecto para carnes, para pescados, verduras o repostería. Y siempre cocinarás con la seguridad de que todo queda jugoso y tierno por dentro.

¡Pero hay dos formas de tener esta tecnología en casa!

  • Un horno 100% de vapor, hecho para los que manejan al dedillo esta técnica. Se aplica vapor durante toda la cocción, con una temperatura máxima de 100ºC para preparar verduras o pescados. Si se queda sin agua te avisa y para la cocción para que puedas rellenar el depósito. ¡Lo tiene todo para no fallar nunca con tus propuestas culinarias!
  • Hornos con aporte de vapor: cocinar 100% con vapor implica tener cierta experiencia con ello. En cambio, este tipo de modelos se convierten en el complemento ideal para el horneado tradicional porque aportan un plus de jugosidad. Sus resultados son increíbles y puedes utilizar el aporte prácticamente con todos los programas. Además de conseguir recetas de carne, pescado o verduras que hasta hoy no podrías haber hecho, esta función será un recurso imprescindible cuando quieras regenerar platos ya cocinados, descongelar alimentos, hacer tus postres favoritos o incluso fermentar masas. En función del horno que elijas para tu cocina podrás usar 2 o 3 niveles de intensidad. Y no te preocupes por nada: al quedarse sin agua también te avisa para que rellenes el depósito, sin interrumpir el proceso de cocción.

Y ahora… ¡hablemos del depósito de vapor extraíble!

Los hornos con vapor añadido de  la Serie 8 y la Serie 6 de Bosch (¡una de nuestras grandes novedades en 2020!) utilizan un elemento para imprescindible para que tú puedas lucirte con las recetas: el depósito de agua. Su función pasa desapercibida para muchas personas… hasta que descubren lo importante que es tenerlo siempre tan accesible como los nuestros: en el frontal del horno. Esto nos permite que disfrutes del aporte de vapor, pero, además, aprecies de verdad la comodidad de uso. ¡Atento a estos 3 detalles!

  1. El depósito de vapor de los hornos Bosch se extrae con una asombrosa facilidad. Por ejemplo, el de los modelos Serie 6 funciona con un sistema push-pull: una ligera pulsación es suficiente para tenerlo entre las manos. Con capacidad para 1 de litro de agua (Serie 8) o 220 mililitros (Serie 6) siempre sabrás exactamente cuánta agua has echado. Y además no necesitas recurrir a botellas o jarras de agua: solo hay que rellenarlo en el grifo y volverlo a colocar.
  2. Siempre sabes si hay agua o no: en Bosch te lo queremos poner todo muy fácil. Muchas veces no es necesario utilizar toda la que has echado o, a veces, hace falta un poco más. En cualquier caso, si falta agua te avisará el propio horno con una señal acústica. Y se iluminará el símbolo correspondiente en el panel. Si tienes que rellenarlo, no te preocupes por nada: la cocción no se interrumpe y, en cualquier caso, si no te das cuenta del aviso, la receta se seguirá cocinando pero sin el aporte.
  3. Vaciarlo y limpiarlo no será un problema: en los hornos Bosch con función vapor el depósito no está oculto, puedes verlo siempre que lo necesites y saber en cada momento cuánta agua hay dentro. Por lo tanto, su limpieza o la descalcificación también deja de ser un quebradero de cabeza. Con nuestros hornos todo es mucho más simple: cada vez que termines de utilizarlo, solo tienes que esperar a que se enfríe para sacar el depósito, vaciar el agua que pueda quedar y fregarlo con un poco de detergente. Una vez aclarado y seco, lo vuelves a colocar en su lugar y queda listo para volver a usarlo.

¿Y para descalcificar? Debes hacerlo con cierta regularidad para asegurarte de que el horno funciona mucho tiempo como el primer día. ¿Pero cada cuánto hay que hacerlo? Bueno, eso depende de la dureza del agua que se utilice para generar el vapor. Por eso, para evitar que tengas que estar muy pendiente de ello, en la pantalla del horno se ilumina el símbolo de descalcificar cada vez que sea necesario. La descalcificación es un proceso de 4 pasos que dura entre 90 y 110 minutos. ¡Es muy importante que la hagas de principio a fin! Y que sigas muy bien las instrucciones del manual cuando llegue el momento de hacerla.

¿Qué te parecen nuestros hornos con vapor añadido? ¡En cuanto los pruebes ya no te querrás separar de ellos! Recuerda que, aunque hayas leído con atención, si tienes cualquier duda sobre cómo sacarle el máximo a estos modelos, solo tienes que contactar con nosotros. ¡Te contaremos todo lo que sabemos!

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