¿Cómo funciona una placa de inducción?
Las placas de inducción fueron una verdadera revolución en la cocina. Hasta que aparecieron, había dos maneras de preparar la comida: con el calor de la llama en las placas de gas, o con el generado por una vitrocerámica, dos sistemas que no tienen nada que ver con la protagonista de este post. ¿Sabes cómo funciona una placa de inducción y por qué es tan rápida? Seguro que alguna vez te lo has preguntado. ¡Aquí tienes la respuesta!
¿Conoces la ley de Faraday?
Para tener una explicación realmente técnica acerca de como funciona la inducción, habría que viajar hasta el 1831, cuando se formuló la conocida Ley de Faraday. Faraday fue uno de los científicos más importantes de la historia y, entre otras cosas, estudió a fondo los campos electromagnéticos. De forma resumida, en aquella época ya se sabía que la corriente eléctrica generaba este tipo de campos, pero Faraday fue el responsable de demostrar que también ocurría al revés: que un campo magnético también puede ser una fuente de electricidad. Y esta es más o menos la base del funcionamiento de una placa de inducción, un invento que en 1990 -cuando se lanzó el primer modelo- revolucionó la forma de cocinar.
Si la desmontaras (cosa que desde Bosch te aconsejamos no hacer) bajo el cristal de tu placa encontrarás varias bobinas de cobre, que forman los inductores. Son de diferentes formas y tamaños para que puedas disfrutar de una gran variedad de zonas de cocción. ¿Cuándo comienzan a generar campos electromagnéticos? Cuando la enciendes y colocas un recipiente de base totalmente ferromagnética, gruesa y tipo sándwich sobre ella. En ese momento es cuando el contacto entre ambos genera calor que, a diferencia de las vitrocerámicas, calienta directamente el recipiente y no el cristal.
¿Conoces las ventajas de las placas de inducción?
La gran diferencia con respecto a otro tipo de placas y por lo que cada vez es la opción más elegida por los usuarios es que gracias al funcionamiento de la inducción, solo calientan el recipiente. Por lo tanto, son mucho más rápidas. ¡Olvida eso de preparar los ingredientes mientras esperas a que se caliente la sartén! Como el tiempo de calentamiento se reduce tanto, 2 litros de agua pueden hervir en tal solo 4 minutos.
Y a pesar de su velocidad, si todavía necesitas más velocidad puedes usar la función Sprint de las placas de inducción Bosch, que incrementa la potencia en un 50% para calentar grandes cantidades de agua y otros líquidos.
Esta velocidad también tiene mucho que ver con la eficiencia energética, que en las placas de inducción es mucho mayor porque la potencia se mantiene constante en el nivel que seleccionas para cocinar y no tiene picos, como sí que ocurre con las vitrocerámicas.
Seguro que ya sabes que también son mucho más seguras y fáciles de limpiar. Y es que el cristal de este tipo de placas apenas se calienta, sobre todo si lo comparamos como los 400ºC que puede alcanzar una vitrocerámica. Además de reducir el riesgo de quemaduras accidentales, la comida derramada sobre una placa de inducción no se quema y la puedes limpiar sin problemas en el mismo momento. Para hacerlo solo tienes que recurrir a la Función Limpieza, que bloquea la placa durante 30 segundos sin modificar los ajustes. Así evitarás tener que volver a utilizar la rasqueta.
Ya sabes cómo funciona una placa de inducción y has podido comprobar que todo son ventajas. Solo queda que comiences a disfrutar de otro de sus grandes beneficios: la flexibilidad. Podrás cocinar con los recipientes del tamaño y la forma que tú quieras, porque en las placas con FlexInducción o FlexInducción Premium los límites solamente los pone el cocinero. Podrás colocar desde una pequeña cafetera italiana hasta una paellera en las zonas de 32 cm de diámetro de base.
¿Ya te hemos convencido de que la inducción es una gran revolución en la forma de cocinar? En este post puedes descubrir todavía más ventajas de tener una instalada en tu cocina. ¡Cuando las pruebes ya no querrás cocinar con otra placa!